Moodboards: ¿qué son, para qué sirven y cómo se hacen?
Rocío Cortázar · 14 Feb, 2024 · Diseño Gráfico · 6 min
El diseño es una disciplina que abarca una amplia gama de elementos, desde colores y formas hasta tipografías y texturas.
¿Alguna vez te has preguntado cómo proyectos de gran tamaño, como campañas publicitarias de gran presupuesto, presentaciones y sitios multi-páginas extensos, pueden mantener la coherencia de sus proyectos y al mismo tiempo sorprendernos con intriga visual y expresión creativa?
Antes de comenzar un proyecto de diseño, es crucial establecer una dirección clara y coherente. Aquí es donde entran en juego los moodboards. Hoy hablaremos sobre su poder, cómo pueden ayudar a los equipos creativos a actuar alineados con el mismo objetivo o evitar que los diseñadores freelance pierdan el foco.
¿Que es un Moodboard?
Un moodboard, es una herramienta visual que se utiliza en diseño para comunicar y representar la estética, el ambiente y la dirección de un proyecto, lo que la gente joven de hoy en día calificaria como las “vibes”. Consiste en una colección de imágenes, textos, colores, texturas y elementos visuales que ayudan a definir la esencia y la atmósfera que se busca lograr en un diseño o proyecto.
Los moodboards son una forma efectiva de transmitir ideas abstractas de manera tangible. Permiten a los diseñadores y clientes tener una comprensión compartida de la visión y el enfoque del proyecto, lo que facilita la toma de decisiones y la alineación de objetivos.
En pocas palabras, los moodboard se pueden explicar como un conjunto de elementos visuales e ideas que, al organizarse en un tablero, inspiran y dirigen la trayectoria de los proyectos de diseño más complejos.
Iremos llenando el tablero con elementos visuales, ideas, narrativas o cualquier cosa que se te ocurra y que refuerce el enfoque. Los moodboards te van a dar confianza durante el proceso, ya sea que trabajes en equipo o solo.
Un moodboard puede ser físico o digital, dependiendo de tus preferencias y de cuán colaborativo quieras que sea. Gracias a aplicaciones como Figma o Adobe Express, ahora es más fácil que nunca colaborar con cualquier persona del mundo prácticamente sin restricciones.
Los moodboard son muy útiles para diseñadores gráficos, especialistas en marketing y otros creativos. Ayudan a organizar ideas, elementos visuales y generar inspiración y a transmitir rápidamente el estilo del proyecto, haciendo que sea mucho más facil mantener la consistencia a lo largo del mismo. Sin embargo, prepárate para hacer mucha reflexión y ejercitar la creatividad.
¿Para qué sirven los moodboards?
Los moodboards cumplen varias funciones clave en el proceso de diseño:
1. Inspiración y Creatividad
Los moodboards sirven como fuente de inspiración para los diseñadores. Al reunir una variedad de elementos visuales que evocan una determinada sensación o estilo, los diseñadores pueden explorar ideas y conceptos de diseño de una manera más libre y creativa.
2. Comunicación Visual
Los moodboards son una herramienta de comunicación eficaz para transmitir ideas a los clientes o a otros miembros del equipo de diseño. En lugar de depender únicamente de la descripción verbal de un proyecto, un moodboard permite mostrar visualmente la dirección deseada, lo que facilita la comprensión y la toma de decisiones.
3. Coherencia y Consistencia
Mantener la coherencia en un proyecto de diseño es fundamental para lograr un resultado exitoso. Los moodboards ayudan a establecer una paleta de colores, una tipografía y una estética visual coherente que se mantendrán a lo largo de todo el proyecto, asegurando así una apariencia y sensación uniformes.
4. Toma de Decisiones
Los moodboards pueden ayudar a los clientes a tomar decisiones más informadas sobre la dirección de un proyecto. Al ver una representación visual de las ideas propuestas, los clientes pueden evaluar si el diseño se alinea con sus objetivos y expectativas.
5. Ahorro de Tiempo y Recursos
El uso de moodboards puede ahorrar tiempo y recursos al reducir la necesidad de hacer cambios significativos en las etapas posteriores del diseño. Al establecer una dirección clara desde el principio, se minimizan los retrabajos y las revisiones.
Cómo crear un moodboard efectivo
Ahora que sabemos qué son los moodboards y por qué son importantes, veamos cómo puedes crear uno de manera efectiva:
1. Define el objetivo y el público objetivo
Crear un moodboard sin entender los objetivos de tu proyecto es como construir una casa sin cimientos. Es crucial comprender el propósito del moodboard y para quién está destinado. ¿Estás creando un moodboard para un cliente en particular o como parte de tu proceso de brainstorming personal? ¿Qué estás intentado conseguir? ¿Qué emociones quieres evocar? Responder este tipo de preguntas te ayudará a definir el objetivo para seleccionar los elementos adecuados.
2. Elige un esquema de color
El color es una de las herramientas más poderosas del diseño, pudiendo evocar diferentes emociones y crear estados de ánimo. Es importante elegir un esquema de color que se alinee con los objetivos y emociones del proyecto. Ya sea un esquema monocromatico o complementario, asegurate de elegir tonos que combinen y evoquen esos objetivos. Si te cuesta elegir colores entonces te recomiendo que vayas a leer nuestra serie de artículos sobre el color:
- Teoría del Color – Parte I – Los significados de los colores
- Teoría del Color – Parte II – Propiedades básicas del color
- Teoría del Color – Parte III – Creando esquemas de color
3. Elige la herramienta adecuada para tu caso
Es importante que elijas bien la herramienta que vas a utilizar para crear tu moodboard. Muchas herramientas informáticas como Figma, sketch, Adobe InDesign, Canva… son perfectas para cerrar un moodboard digital. Pero si eres de la vieja escuela y estos programas se te hacen muy cuesta arriba o si prefieres el soporte físico, entonces consigue revistas, fotografías, telas, impresiones o incluso haz tus propios bocetos, para crear tu moodboard. Piensa en qué material funcionan mejor con tu flujo de trabajo y lo que necesita el proyecto.
Por supuesto son dos soportes totalmente diferentes, y cada uno tiene ventajas y desventajas.
Si usas software de edición no tendrás apenas limitaciones, podrás colaborar con cualquier persona alrededor del mundo a tiempo real, es mejor para equipos más grandes, espacio ilimitado, siempre disponible y guardado, es fácil hacer, deshacer y rehacer… Aunque perdemos la interacción física por lo que es menos sociable, si hay demasiada gente editando el archivo se pude volver rápidamente un caos de ideas, si tienes una mala conexión vas a tener problemas y se pierde el factor sensorial.
El soporte físico estimula la participación de todo el equipo y es un acercamiento más práctico, es una experiencia multisensorial y en general es más divertido. Aunque no es una opción viable para equipos internacionales o que no se encuentren en la misma ciudad, el espacio es limitado (lo grande que sea nuestra lienzo), no tenemos tanta capacidad de edición e involucra una preparación previa de todos los materiales.
4. Reúne inspiración
Empieza recopilando una amplia variedad de elementos visuales que te inspiren y que se relacionen con el proyecto en cuestión. Puedes buscar en revistas, fotografías, ilustraciones, muestras de colores, ejemplos de tipografía y cualquier otro elemento que sea relevante.
Después de establecer los objetivos del proyecto es hora de empezar a recolectar inspiración visual para el moodboard. Por suerte, la inspiración nos puede vernier de prácticamente cualquier lugar, desde las cosas mas cotidianas hasta lo más extraordinario. En este punto del proceso puedes permitirte elegir mucho material, todo el que te parezca interesante y o que vaya a aportar algo, no te preocupes en la cantidad en este punto, cuanto más mejor, ya cribaremos en el siguiente paso para que se queden los elementos más significativos.
5. Organiza y selecciona
Una vez que hayas recopilado suficiente inspiración, organiza los elementos en tu moodboard.
De todos los elementos que hayas recopilado, selecciona cuidadosamente aquellos que mejor representen la estética y la atmósfera que deseas lograr en tu proyecto. Asegúrate de que haya coherencia y equilibrio en la composición.
6. Experimenta con la disposición
No importa como de claras tengas tus ideas iniciales, para crear un buen moodboard tenemos que pasar por un proceso de prueba y error, como en todo en esta vida.
No tengas miedo de jugar y experimentar con la disposición de los elementos en tu moodboard. Si algo no funciona, ¡cámbialo! Prueba diferentes arreglos y composiciones para encontrar la que mejor transmita tu visión. La disposición de los elementos puede tener un impacto significativo en la impresión general.
Y si en algún momento dudas, pregúntate: “¿este elemento, color, diseño (o lo que sea) realmente se alinea con los objetivos?”
7. Agrega notas y descripciones
Incluye notas o descripciones que expliquen por qué has seleccionado cada elemento en tu moodboard. Esto ayudará a los demás a comprender tu proceso de pensamiento y la intención detrás de tus elecciones.
8. Comparte y revisa
Una vez que tu moodboard esté completo, compártelo con los interesados, ya sean clientes, colegas o miembros del equipo de diseño. Recoge sus comentarios y sugerencias, y utiliza sus aportaciones para refinar y mejorar tu moodboard si es necesario.
En resumen, los moodboards son una herramienta esencial en el mundo del diseño que ayudan a definir la dirección y la estética de un proyecto. Identificando tus objetivos, recolectando inspiracion, eligiendo un esquema de color, usando las herramientas adecuadas, experimentando y perfeccioando tu trabajo crearás un moodboard coherente y poderoso que comunicará tu mensaje y llevará tus proyectos de diseño al siguiente nivel.