La publicidad está obligada a estar siempre en constante evolución si quiere llegar a ser realmente eficiente, porque los consumidores acaban cansándose de todo. La publicidad programática es una modalidad surgida a raíz del desarrollo de nuevas tecnologías como el big data, y busca mejorar la eficiencia de las campañas.
Qué es la publicidad programática
Los anuncios programáticos tienen la capacidad de mostrarle al usuario productos y servicios que podrían interesarle, y hacerlo además justo en el momento en que este puede estar más dispuesto a adquirirlos.
Es un mecanismo publicitario que aprovecha la capacidad de almacenamiento y segmentación de datos propios del big data para mostrar anuncios que se adaptan lo mejor posible al perfil de cada consumidor.
Con la publicidad programática en Google u otras plataformas las empresas ya no compran espacios publicitarios, sino que compran audiencias.
Cómo funciona la publicidad programática
En el modelo publicitario tradicional una empresa compra un espacio para su anuncio y este se muestra allí durante el tiempo pactado. Aunque se intenta colocar anuncios en webs que sean del interés de los clientes potenciales del producto o servicio anunciado, nada garantiza que estos vayan a sentirse atraídos por la campaña publicitaria.
Lo que hace la publicidad programática es utilizar los algoritmos para conocer el tipo de perfil de consumidor ante el que se encuentra y mostrarle un anuncio que sabe que puede ser de su interés.
Por ejemplo, si el algoritmo ha detectado que esa persona está buscando coches nuevos de tamaño pequeño, podría mostrarle un producto de este tipo, aunque la web en la que esté navegando en ese momento el internauta no tenga nada que ver con la automoción.
Cuáles son sus beneficios
El principal beneficio para las marcas es que pueden hacer una publicidad mucho más segmentada. Además, como solo pagan cada vez que su anuncio es mostrado a alguien que cumple con el perfil de cliente potencial de sus productos o servicios, pueden hacer campañas mucho más eficientes por menos dinero.
A ello hay que sumarle que se trata de una forma de publicidad automatizada y que permite encontrar posibles clientes en cualquier lugar del mundo. Además, tanto durante la realización de la campaña como después de la misma, se puede acceder a los datos, y esto permite obtener información muy útil que permite ir creando campañas cada vez más exitosas. Es más, incluso es posible modificar la campaña mientras está en marcha para conseguir mejores resultados si se ha percibido que algo no va bien.
En cuanto a los consumidores, la gran ventaja para ellos es que la publicidad que reciben cuando navegan está, al menos, relacionada con sus intereses. Eso hace que no se sientan tan hastiados a pesar de ver muchos anuncios si pasan un tiempo online.
Con tantas ventajas está claro que aprender publicidad programática es una buena idea. Es imprescindible tener unas nociones mínimas sobre cómo funciona para poder sacarle todo el partido posible. Porque conocer al buyer persona, segmentar bien al público y elegir adecuadamente los canales son pasos esenciales para lograr el éxito con este tipo de anuncios.