La tasa de conversión es el porcentaje de personas que han visitado nuestro sitio web y han llevado a cabo un objetivo específico. En el e-commerce suele asociarse una conversión con una venta, pero dependiendo de la naturaleza de cada sitio puede ser un registro, una suscripción, etc. Se trata de una de las métricas más importantes del marketing online, y está muy relacionada con las visitas totales que recibe una web. Tiene especial importancia en el SEM, debido a que es la principal manera de medir el ROI de las campañas. Conviene tenerla como uno indicador clave de rendimiento (KPI) de cualquier acción de marketing que se lleve a cabo.
¿Cómo se mide la tasa de conversión?
La tasa de conversión se obtiene de dividir los objetivos cumplidos por los usuarios, partido por las visitas que hemos tenido y multiplicado por 100. Se expresa en un porcentaje con la siguiente fórmula: (Objetivos conseguidos / Visitas totales) x 100 = % Conversión
¿Cómo saber si la tasa de conversión es buena?
Es una pregunta difícil de responder, pues muchos factores influyen, empezando por el sector en el que trabajes, la competencia y otra serie de detalles como el producto que ofrezcas o la competencia con la que tengas que luchar por esas conversiones. Un estudio llevado a cabo por Wordstream estimo, que, de media, y aunando todas las industrias, se obtenía de media un 2,70% de tasa de conversión en las campañas de búsqueda de Google Adwords y un 0,89% en las campañas de Display.
CRO (Conversion Rate Optimization): Optimización de la tasa de conversión
Al tratarse de una métrica de tanta importancia, es importante tratar de mejorarla lo máximo posible. A las técnicas encaminadas en este sentido se las conoce como CRO u Opimización de la tasa de conversión. Por eso es importante medir esta tasa y los factores que puedan influir en ella, establecer objetivos a través del funnel de conversión e intentar que sea lo más alta y rentable posible