Escalabilidad empresarial: qué es exactamente y cómo se mide

Las empresas buscan aumentar sus ingresos para poder obtener mayores beneficios, garantizando que su negocio crezca y sea sólido y competitivo. Tradicionalmente, cuando en una empresa crecen sus ingresos, sus gastos también lo hacen en proporción similar, aumentando sus beneficios por volumen y no por porcentaje.

Con la escalabilidad empresarial las empresas aumentan sus ingresos sin que los costes se incrementen en la misma proporción, consiguiendo así un mayor margen de beneficios que garantiza un crecimiento más rápido y sólido.

Qué es la escalabilidad en una empresa

Cuando se habla de la escalabilidad de una empresa se está haciendo referencia a su capacidad para crecer e incrementar sus ingresos manteniendo controlados sus gastos.

En una empresa escalable los ingresos crecen de forma exponencial mientras que los gastos crecen de forma lineal, consiguiendo así un mayor margen de beneficios. Es decir, que los ingresos se incrementan más rápido que los gastos a lo largo del tiempo.

Un negocio escalable se adapta a las demandas cambiantes de sus clientes sin necesidad de realizar grandes inversiones para lograrlo. Son capaces de soportar la demanda y adaptarse a los cambios y tendencias del mercado.

Las startup son ejemplos de empresas escalables que buscan un rápido crecimiento, aumentando considerablemente sus ingresos, sin necesidad de que sus costes se disparen.

Cómo se mide la escalabilidad

El crecimiento a lo largo del tiempo. La escalabilidad empresarial por su parte, mide este crecimiento teniendo en cuenta los costes asociados, con el objetivo de controlarlos y lograr mayor rentabilidad.

Para medir la escalabilidad de un negocio es necesario establecer una comparación entre los ingresos y los gastos durante un periodo determinado de tiempo. Representando ambas variables en una gráfica, los ingresos deben mostrar una progresión geométrica, mientras los gastos deben mantenerse en una progresión lineal o aritmética.

Tipos de escalabilidad

Podemos diferenciar dos tipos de escalabilidad para las empresas:

  • Escalabilidad vertical.Este tipo de escalabilidad se centra en el crecimiento rápido del negocio para lo cual proporciona los recursos y mejoras necesarios en las áreas o procesos que más influencia tengan al respecto. Por ejemplo, si la empresa genera más ventas a través de sus campañas de email marketing, centra sus recursos en potenciar este servicio de forma prioritaria

  • Escalabilidad horizontal. Para conseguir a medio y largo plazo un gran crecimiento, manteniendo los costes controlados en función del ritmo de crecimiento. Son sistemas flexibles que van realizando inversiones o aumentando los gastos de forma escalable (donde sea más útil para el crecimiento de la empresa en cada momento). Este tipo de escalabilidad es la ideal porque sus beneficios son mayores, aunque el coste y complejidad de implantación también es superior.

Las empresas con economía de escala mantienen un gran control sobre sus gastos a pesar de estar enfocadas en un crecimiento rápido de sus ingresos, potenciando prioritariamente aquellos aspectos que permiten aumentar las ventas.

Los negocios escalables dan mayor estabilidad e incrementa el nivel competitivo, facilitando el crecimiento en número de clientes e ingresos, manteniendo un gran control sobre los gastos asociados.