En términos generales, consideramos commodities a aquellos productos genéricos o básicos entre los que apenas existe diferencia en cuanto a precio, apariencia, uso, etc. Un ejemplo claro son las materias primas como el petróleo o la madera, o incluso los cereales o los metales preciosos.
¿Qué es el término commodity en marketing?
El término commodity se extrapoló hace ya algunos años al mundo del marketing para definir un conjunto de estrategias que son básicas y muy similares entre sí y que, en realidad, pueden usarse para promocionar prácticamente cualquier producto o servicio.
Incluso en el sector del e-commerce nos podemos encontrar con estrategias commodity como ofrecer el envío en 24 horas o el regalo de un determinado producto si compras otro.
Ventajas de usar commodities en tu estrategia de marketing
Cuando se trata de marketing online parece que la clave está siempre en buscar hacer algo diferente a lo que hace la competencia. Sin embargo, hay técnicas básicas como los commodities que han demostrado dar muy buen resultado, por lo que no se debería renunciar a ellas.
Estas estrategias son simples, pero son muy efectivas y muy bien recibidas por el público en general.
No obstante, la estrategia commodity no debe ser nunca la única aplicada. Debe utilizarse como complemento de otras formas de marketing más elaboradas y personalizadas. Así se consigue generar más engagement con el público y potenciar el branding.
¿Cómo promocionar commodities en marketing?
Las técnicas commodity en marketing son básicas y sencillas, pero funcionan muy bien con cualquier tipo de producto o servicio. Pero, ¿qué ocurre cuando lo que hay que promocionar es además un producto commodity?
Si un producto se diferencia muy poco de otros que hay en el mercado puede parecer que su promoción se vuelve más complicada. Sin embargo, esto no tiene que ser necesariamente así.
Por anodino o básico que sea el producto, siempre hay que trazar una estrategia detallada. Si lo que se quiere vender no tiene características que lo hagan destacar frente a otros productos similares, hay que buscar formas de darle valor añadido. Por ejemplo, personalizando los envases, transmitiendo valores que interesan al consumidor, creando una comunidad online en la que se compartan consejos, etc.
También las propias estrategias de marketing commodity pueden funcionar con los productos básicos. De hecho, son casi las que mejor van. Algo tan sencillo como una oferta de 2x1 es una buena opción para que el consumidor decida probar un producto de una determinada marca y a través de esta oferta descubrir que es algo de calidad que debería seguir comprando en el futuro.
Las estrategias commodity en marketing funcionan tanto para la venta de productos commodities como para vender productos o servicios mucho más elaborados y diferenciados. Son un clásico que sigue dando buenos resultados y al que no hay que renunciar.