Lo primero es saber cómo lograr que los usuarios abran tus correos. Después de todo, si no lo hacen, de qué nos sirve el envío de emails, ¿verdad?
Conseguir que tu correo se vea en un mar de correos entrantes no es fácil, pero tampoco es imposible, así que:
- Aprovecha el asunto de tu correo y la primera línea; puntualiza errores comunes que puedan llamar la atención. No te dejes llevar por esas “óptimas” soluciones para tu correo, como la cantidad de caracteres que debe llevar el asunto y demás, tú solo experimenta con lo que hay ahí afuera.
- Haz tests A/B: cuando no sepas qué es lo que mejor funciona, utiliza un test AB para determinar qué convierte mejor (antes, claro, deberás haberte creado unos KPIs o indicadores clave del rendimiento).
- Segmenta: no envíes el mismo mail a todos tus usuarios. Los hay con un sexo determinado, edad determinada, que tienen unos ciertos intereses… no hay que mandar la misma información o creatividad a todos.
- Manda cuando otros no mandan: ¿a que has recibido infinitos emails un martes por la mañana? Toda tu competencia los manda el mismo día a la misma hora. ¿Por qué no pruebas a enviarlos el día antes o una hora antes?
- Personaliza los subjects: si tienes los datos del usuario, llámale por su nombre.
- No te pases de personalización: hace poco recibí un email de un comercial que me llamaba por mi nombre al principio de cada párrafo: “Jordi, esto es interesante para ti”, “Jordi, lo que tengo entre manos es una oferta que no se repetirá”, “Jordi, ¿qué opinas?” ¿Que qué opino? ¡Que eres un pesado! Deja de gastarme el nombre. Los americanos utilizan una palabra que me encanta para estas cosas: creepy (pavoroso, horripilante o de mal rollito). Peor que creepy, se puede ser stalker (acosador). No queremos ninguna de las dos.
- Saca métricas sobre tus usuarios: si sabes que se abren más los emails los jueves por la tarde, envía los jueves por la tarde. No tengas miedo de probar fechas nuevas. En ocasiones me ha llegado a pasar que el domingo por la tarde hay más aperturas.
- Aprovecha el tiempo: ¿sabías que estamos más pendientes del teléfono cuando estamos en casa? Claro. Pues imagínate que llueve. Si está lloviendo, hace un tiempo ideal para mandar un emailing. Y las conversiones suben, siempre.
- Bases de datos: sobra decirlo, pero si alguien te ofrece una base de datos para comprar, no la toques ni con un palo. Te puedo contar el caso de un señor al que le recomendé 5 veces que no comprara una base de datos. Pagó 400€ por una base de datos de empresas españolas de 400.000 registros para enviar un emailing promocionando su tienda de productos gourmet. El tío manda el email marketing desde el Outlook. Sí. Habéis leído bien. Pero no termina ahí. Envía 400.000 emails desde el Outlook y consigue la friolera de… 0 ventas, obviamente. Eso sí, el tío contento, porque había tenido muchas visitas. Un aplauso.
- Utiliza emojis: usa emojis para tus subjects. Son una manera genial de distinguirse dentro de una bandeja de entrada llena de letras. Cuidado, la línea entre usar y abusar es muy fina. No te pases de rosca.
[Bonus: 3 maneras exitosas de usar emojis en emailings]
- Jamás uses un subject trampa: ay, esos subjects tipo “dinero gratis”. Nunca ofrezcas algo que no tienes o anuncies algo que no vas a darle al usuario. Podrás captar su atención y lograr aperturas, pero, a cambio, tendrás un usuario capeado.
- Promete algo bueno en el subject: el típico “una promoción que no te puedes perder” lo pone todo el mundo. Promete algo interesante en el email que se vaya a cumplir. Imagínate que este post se llamara “aprende todos los secretos del email marketing en un post y veinte minutos”
- Usa números: qué difícil ha sido leer la última frase, ¿no? Eso es porque he escrito: “Aprende todos los secretos del email marketing en un post y veinte minutos” En vez de “Aprende todos los secretos del email marketing en 1 post y 20 minutos”
- Finalmente, recuerda los emails transaccionales: si tienes una tienda online, usarás emails transaccionales como, por ejemplo, los que envías cuando alguien se registra o cuando alguien hace un pedido. Es importante que estos emails tengan un subject llamativo y que contengan algún elemento de valor (para ti) dentro del contenido. ¿Por qué? Porque los emails transaccionales se abren mucho más que los newsletters, ya que están asociados a una acción que el usuario acaba de hacer y, por lo tanto, lo tenemos en modo receptivo.
- Recuerda las principales características de los emails transaccionales: su envío debe ser en tiempo real, debes asegurar su entrega (es sumamente importante que un cliente reciba sí o sí ese email de confirmación de compra), deben estar personalizados con los datos del cliente, deben ser simples, contener tu imagen de marca y hay que trackearlos todos para saber su ratio de apertura (verás que es muy elevado)