En sus inicios, todas las grandes ideas de negocio siempre tuvieron que pasar por un punto de inflexión tras el cual sus creadores determinaron si eran viables y, por lo tanto, rentables. El problema viene cuando estas ideas no funcionan como se esperaba, con las consiguientes pérdidas económicas que conlleva. Lean startup es una filosofía de hacer negocios, que cambia el paradigma del emprendimiento y posibilita la proliferación de las grandes ideas invirtiendo los mínimos recursos.
Método lean startup, ¿qué es?
En mercadotecnia, lean startup consiste en el desarrollo escalable de una idea de negocio, de forma que se inviertan pocos recursos al principio y se someta a las debidas pruebas para predecir si será viable en el futuro.
El significado de lean startup gira en torno a crear un proyecto y entregarlo a pequeña escala, de modo que, con unos índices mínimos de riesgo e inversión, se detecte su viabilidad para producirlo y entregarlo en masa (a una escala mayor).
Lo que se consigue con esto es asegurarse de que la idea funciona antes de producirla a gran escala. Esta forma de proceder es propia de las startups (empresas emergentes), y el término "lean" hace referencia a una filosofía consistente en despojar de un negocio todo aquello que no aporte valor.
Uno de los casos de éxito más ilustrativos del método lean startup fue Netflix. La idea surgió en 1997 en la ciudad de Scott Valley (California): empezaron como un videoclub online con algo menos de 1000 películas en una ciudad de apenas 10 000 habitantes. A medida que fueron sucediéndose los ciclos, la idea fue mejorando hasta convertirse en el gigante del streaming que es en la actualidad.
Pasos para aplicar la metodología lean startup
1. Planteamiento
El proceso comienza con la necesidad de identificar qué problema se desea resolver, y plantear si un cliente estará dispuesto a pagar por dicha resolución. En esta etapa preliminar es imprescindible recabar toda la información posible, por ejemplo, mediante encuestas lanzadas por email.
2. Validación
La siguiente fase consiste en desarrollar la solución del problema planteado a pequeña escala, y someterlo a simulaciones o pruebas lo más reales posible. Se trata de averiguar el grado de aceptación de la solución por parte del público objetivo.
3. Medición
En la tercera fase elegiremos las métricas (KPI) que mejor definan el éxito o el fracaso del proyecto durante sus primeros pasos. Estas mediciones nos ayudarán a depurar y perfeccionar el entregable.
4. Aprendizaje
Esta etapa consiste en recopilar todo el feedback que sea posible para ir aprendiendo sobre la marcha. Un feedback que saldrá de los primeros clientes que hayan probado el producto antes de que comiences a distribuirlo a gran escala.
5. Repetición
Las cuatro fases anteriores han de repetirse cíclicamente varias veces, de modo que de cada iteración salga una versión mejorada del entregable, sabiendo que ya cuenta con sucesivos filtros de depuración y mejora. Llegará un momento en el que se pueda producir y distribuir a una escala mayor, y ahí será cuando tocará realizar el grueso de la inversión.
Esta nueva visión contrasta con la metodología típica de las grandes empresas, en las que se antepone la rentabilidad de la propia organización al desarrollo del proyecto. En el método lean startup, el cliente está en el centro, y sobre sus necesidades se desarrolla toda la idea de negocio.